viernes, 21 de febrero de 2014

Beatriz (Los rascacielos)

El singular se escribe rascacielos y el plural también se escribe rascacielos. Pasa lo mismo que con escarbadientes. Los rascacielos son edificios con muchísimos cuartos de baño. Eso tiene la enorme ventaja de que miles de gentes pueden hacer pichí al mismo tiempo. Los rascacielos poseen además otras ventajas. Por ejemplo tienen ascensores con mareos. Los ascensores con mareos son muy modernos. Los edificios viejísimos no tienen ascensores o sólo tienen ascensores sin mareos y la gente que vive o trabaja allí se muere de vergüenza porque son muy atrasados.
Graciela o sea mi mami trabaja en un rascacielos. Una vez me llevó a su oficina y fue la única vez que hice pichí en un rascacielos. Es bárbaro. El rascacielos de Graciela tiene un ascensor con mareos totalmente importado y por eso a mí me revuelve muchísimo el estómago. El otro día hice el cuento en la clase y todos los niños se murieron de envidia y querían que los llevara al ascensor con mareos del rascacielos de Graciela. Pero yo les dije que era muy peligroso porque ese ascensor va rapidísimo y si una saca la cabeza por la ventanilla se puede quedar sin cabeza. Y ellos lo creyeron, si serán bobos, mire si los ascensores de rascacielos van a ser tan atrasados como para tener ventanillas.
Cuando hay un apagón en los ascensores de rascacielos cunde el pánico. En mi clase cuando llega la hora del recreo cunde la alegría. El verbo cundir es un hermoso verbo.
Además de ascensores con mareos los rascacielos tienen porteros. Los porteros son gordos y jamás podrían subir por la escalera. Cuando los porteros adelgazan no les permiten seguir trabajando en los rascacielos pero tienen la oportunidad de ser taxistas o jugadores de fútbol.
Los rascacielos se dividen en rascacielos altos y rascacielos bajos. Los rascacielos bajos tienen muchísimos menos cuartos de baño que los rascacielos altos. A los rascacielos bajos también se les llama casas, pero tienen prohibido tener jardín. Los rascacielos altos hacen mucha sombra, pero es una sombra distinta a la de los árboles. A mí me gusta más la sombra de los árboles, porque tiene manchitas de sol y además se mueve. En la sombra de los rascacielos cunden las caras serias y la gente que pide limosna. En la sombra de los árboles cunden los pastitos y los bichitos de San Antonio.
Yo pienso que allí donde está mi papá, a última hora de la tarde debe cundir la tristeza. A mí me gustaría mucho que mi papá pudiera por ejemplo visitar el rascacielos donde trabaja Graciela o sea mi mami.

viernes, 14 de febrero de 2014

Beatriz (Las estaciones)

Hace ya algún tiempo subí a este blog el cuento de M. Benedetti: Beatriz (La polución), donde la protagonista es una niña que no sabe lo que significa la palabra polución y la confunde con otras palabras, llegando a una curiosa y graciosa conclusión. Pues bien, en la novela Primavera con una esquina rota, Beatriz es uno de los personajes co-protagonistas y tiene una particular visión del mundo y de la realidad, así que hoy comparto otro poquito de Beatriz y su peculiar visón de las cosas.

Las estaciones son por lo menos invierno, primavera y verano. El invierno es famoso por las bufandas y la nieve. Cuando los viejecitos y las viejecitas tiemblan en invierno se dice que tiritan. Yo no tirito porque soy niña y no viejecita y además porque me siento cerca de la estufa. En el invierno de los libros y las películas hay trineos, pero aquí no. Aquí tampoco hay nieve. Qué aburrido es el invierno aquí. Sin embargo, hay un viento grandioso que se siente sobre todo en las orejas. Mi abuelo Rafael dice a veces que se va a retirar a sus cuarteles de invierno. Yo no sé por qué no se retira a cuarteles de verano.
Tengo la impresión de que en los otros va a tiritar porque es bastante anciano. Jamás hay que decir viejo sino anciano. Un niño de mi clase dice que su abuela es una vieja de mierda. Yo le enseñé que en todo caso debe decir anciana de mierda.
Otra estación importante es la primavera. A mi mamá no le gusta la primavera porque fue en esa estación que aprehendieron a mi papá. Aprendieron sin hache es como ir a la escuela. Pero con hache es como ir a la policía. A mi papá lo aprehendieron con hache y como era primavera estaba con un pulóver verde. En la primavera también pasan cosas lindas como cuando mi amigo Arnoldo me presta el monopatín. Él también me lo prestaría en invierno pero Graciela no me deja porque dice que soy propensa y me voy a resfriar. En mi clase no hay ningún otro propenso. Graciela es mi mami. Otra cosa buenísima que tiene la primavera son las flores.
El verano es la campeona de las estaciones porque hay sol y sin embargo no hay clases. En el verano las únicas que tiritan son las estrellas. En el verano todos los seres humanos sudan. El sudor es una cosa más bien húmeda. Cuando una suda en invierno es que tiene por ejemplo bronquitis. En el verano a mí me suda la frente.
En el verano los prófugos van a la playa porque en traje de baño nadie los reconoce. En la playa yo no tengo miedo de los prófugos pero sí de los perros y de las olas. Mi amiga Teresita no tenía miedo de las olas, era muy valiente y una vez casi se ahogó. Un señor no tuvo más remedio que salvarla y ahora ella también tiene miedo de las olas pero todavía no tiene miedo de los perros.
Graciela, es decir mi mami, porfía y porfía que hay una cuarta estación llamada elotoño. Yo le digo que puede ser pero nunca la he visto. Graciela dice que en elotoño hay gran abundancia de hojas secas. Siempre es bueno que haya gran abundancia de algo aunque sea en elotoño. El elotoño es la más misteriosa de las estaciones porque no hace ni frío ni calor y entonces uno no sabe qué ropa ponerse. Debe ser por eso que yo nunca sé cuándo estoy en elotoño. Si no hace frío pienso que es verano y si no hace calor pienso que es invierno. Y resulta que era elotoño. Yo tengo ropa para invierno, verano y primavera, pero me parece que no me va a servir para elotoño. Donde está mi papá llegó justo ahora elotoño y él me escribió que está muy contento porque las hojas secas pasan entre los barrotes y él se imagina que son cartitas mías.

viernes, 7 de febrero de 2014

Soñar y pasear

Me fui a la cama a la hora de siempre. Encogí las piernas, doblé la espalda, metí la barbilla en el pecho, me tapé hasta las orejas con el edredón e imaginé que salía de mi cuerpo y viajaba por el aire hasta el centro de la ciudad. La luna iluminaba el ambiente, pero proyectaba también grandes sombras sobre la ciudad; a veces me parecía ver la mía atravesando la terraza de un ático. Reconocía cada edificio, enumeraba sus particularidades, reparaba en los pormenores de las esquinas, nombraba las calles... (Se trata de un ejercicio recomendado por mi médico, para la memoria. Al principio lo hacía por obligación, pero ahora me divierte. Estoy deseando meterme en la cama para salir de excursión).
El caso es que al pasar por encima del tanatorio de la M-30, algo me impulsó a descender. Tras curiosear un poco, me introduje en la cabeza de un cadáver cualquiera y me asomé a través de sus ojos al exterior. Al otro lado de la pecera donde se encontraba mi ataúd vi a una mujer de espaldas, recibiendo el pésame de un hombre cuyo rostro me resultaba vagamente familiar. Tras unos instantes el hombre se retiró y la mujer se dio la vuelta. Iba de negro, con un collar de plata que le traje de México, pues se trataba de mi mujer. La impresión fue demoledora, por lo que volví volando a mi cuerpo y abrí los ojos para comprobar dónde me encontraba realmente. Y me encontraba en el ataúd. Oh, Dios, no puede ser, me dije, pero cierra los ojos, espera unos segundo, vuelve a abrirlos y todo habrá regresado a su ser, como cuando el cerrojo del cuarto de baño funciona a la segunda vez. Lo hice y, en efecto, ahora estaba en la cama. No he vuelto a imaginar que salgo por las noches, aunque sea bueno para la memoria. También dejé de pasear, que según el mismo médico era excelente para el corazón, porque llegaba a sitios donde no debía.

Juan José Millas, Articuentos completos, pp. 383-384.

viernes, 31 de enero de 2014

Viernes casi sábado

Querida señorita mía, hoy es viernes, casi sábado, y todo el día me la he pasado pensando en usted y en nuestro trato, me venían a la cabeza muchas frases y palabras, muchas citas y poemas, pero ninguna a la altura de lo que usted se merecía.

Pero al poco de caer la noche y ver la luna, he recordado este poema de nuestro queridísimo amigo en común y sé que le gustará.

Hombre que mira la luna:

Es decir la miraba porque ella
se ocultó tras el biombo de nubes
y todo porque muchos amantes de este mundo
le dieron sutilmente el olivo

con su brillo reticente la luna
durante siglos consiguió transformar
el vientre amor en garufa cursilínea
la injusticia terrestre en dolor lapizlázuli

cuando los amantes ricos la miraban
desde sus tedios y sus pabellones
satelizaba de lo lindo y oía
que la luna era un fenómeno cultural

pero si los amantes pobres la contemplaban
desde su ansiedad o desde sus hambrunas
entonces la menguante entornaba los ojos
porque tanta miseria no era para ella

hasta que una noche casualmente de luna
con murciélagos suaves con fantasmas y todo
esos amantes pobres se miraron a dúo
dijeron no va más al carajo selene

se fueron a su cama de sábanas gastadas
con acre olor a sexo deslunado
su camanido de crujiente vaivén

y libres para siempre de la luna lunática
fornicaron al fin como dios manda
o mejor dicho como dios sugiere.

Mario Benedetti

jueves, 23 de enero de 2014

Ahora que la noche llega...


Querida mía,
Ahora que la noche llega pura
y silenciosa, y que no hay nadie mas
que tú y yo, dime quién eres.

Dime quién eres y por qué me quieres,
por qué me besas, por qué me abrazas
por que me llenas de ti, sin yo darte nada.

Dime quién eres, tú que al caminar
parece que andas sobre la nieve,
blanca y pura como tu mirar

Dime quién eres tú que hasta las estrellas
haces palidecer de envidia por tu hermosura
tú que mueves al mundo tan suavemente
tú que llenas mi corazón y mi mente

Dime quién eres, y dime quién soy
dímelo ahora, que en esta noche
pura y silenciosa te entrego mi corazón
a ti, que andas sobre la nieve.


**Foto tomada de:  http://www.forospiedrasobrepiedra.com/smf/index.php?topic=8321.0